El Colegio San Nicolás de Maipú comenzó su servicio en 1999, con una pequeña comunidad escolar conformada por un 1º básico, que a lo largo de los años ha ido creciendo y consolidándose, hasta llegar a contar con todos los niveles de educación científico humanista desde pre Kinder hasta IV medio.
Esta iniciativa impulsada por una familia de Maipú demostró responder a una necesidad de la comuna y sus alrededores, por lo que fue creciendo en alumnos, cursos, infraestructura y profesores, hasta lograr su primera promoción de IV medio en 2010.
Algunos hitos clave en estos años han sido la expansión de la infraestructura, la certificación ambiental, la incorporación a la Red de Colegios Gestora, la apertura de jornada extendida como alternativa para las familias que requieren dejar a sus hijos hasta más tarde en el Colegio, y la conformación de una potente área de formación.
Somos una comunidad educativa, donde cada uno está abierto a aprender y enseñar,
generando una convivencia que nos permite compartir, escuchar, mirar para construir juntos
experiencias que marcarán nuestras vidas y que constituyen una educación de calidad. Ese
sello tan especial, que nos identifica y representa y que al mismo tiempo nos recuerda cuál es
el propósito de este Colegio, que sintetizamos así:
NOS FORMAMOS EN COMUNIDAD DESDE LA SOLIDARIDAD
E INNOVACIÓN PARA SER PROTAGONISTAS
DE NUESTRA SOCIEDAD
San Nicolás, nos inspira porque reconocemos en él los valores que queremos formar:
● Solidaridad
● Voluntad
● Respeto
● Responsabilidad
● Honestidad y Coherencia
● Flexibilidad
Nuestra propuesta educativa invita a mirar lo que tenemos, a ver lo que somos, para que
desde allí -desde nuestras raíces y saberes- impulsemos aprendizajes en todos los
estudiantes y construyamos un Colegio que nos identifique y nos ponga en movimiento. Cada
una y cada uno estamos invitados a expresar nuestra voz y compartir con otros para aportar
a desarrollarnos como comunidad educativa y hacer crecer lo mejor de nosotros mismos y de
cada estudiante.
Pensamos la educación como un currículum abierto a los cambios ambientales, tecnológicos,
sociales y culturales. Esto implica, un fuerte enfoque socio afectivo, centrado en un modelo
constructivista que permite el logro de aprendizajes significativos, lo cual fomenta el
desarrollo de competencias cognitivas y afectivas, fortaleciendo el espíritu innovador con una
base valórica cristiana.
En nuestra comunidad San Nicolás toda persona tiene que llegar a sentirse acogida, es decir:
● Conocida: darnos el tiempo para conocer a esa persona única, irrepetible, con
características e historia propia.
● Reconocida: conocer no sólo desde la mente y la memoria, sino aquilatando lo que la otra
o el otro aporta a mi vida y a la vida de la comunidad educativa.
● Aceptada: todos necesitamos ser aceptados por nosotros mismos. Esta aceptación hará
crecer en honestidad, seguridad y confianza para ser lo que somos. Como también para
equivocarnos y aprender de los errores.
● Querida: extrañada cuando no está, contenida cuando lo necesite; convocada e incluida.
Que se le haga sentir que pertenece y le importa a esta comunidad.
Sabemos que el proceso educativo no es tarea fácil y vemos como los padres están preocupados de entregar a sus hijos el tesoro que es la educación, por eso nuestro Colegio enfatiza una formación centrada en los valores, pues creemos que es posible equilibrar un buen proceso de enseñanza-aprendizaje en lo que exige el Ministerio de Educación (matemáticas, lenguaje, ciencias, etc.) con una formación integral, desafío que asumimos en conjunto con las familias.
Nuestro compromiso como institución es ofrecer a los estudiantes la vivencia de valores tales como: respeto, solidaridad, optimismo y alegría, esfuerzo y perseverancia, honestidad y veracidad, amor por la vida.
Deseamos que nuestros alumnos sean personas reflexivas y participativas, responsables de sus derechos y deberes, con pensamiento creativo y positivo, comprometidos con su persona y la humanidad; capaces de enfrentar el mundo que los rodea.
Para su desarrollo intelectual, los estudiantes son estimulados de acuerdo al Plan de Estudios del Ministerio de Educación, ampliado y profundizado con actividades complementarias, tanto pedagógicas como talleres extra programáticos.
Como Colegio aspiramos a ser un lugar de encuentro y fraternidad, en una atmósfera de amistad y confianza, que permita la creatividad y el aprendizaje como algo natural. Dentro de este marco, nos esforzamos por brindar a todos nuestros alumnos el acceso al conocimiento para darle un sentido positivo a la vida.
Por eso nos resulta tan importante que las relaciones de los adultos sean formativas y cercanas, reconociendo a cada estudiante como una persona con su individualidad y sus características especiales. Eso nos da un sello de ambiente familiar, en que todos nos conocemos y nos tratamos con cariño, para que la experiencia escolar sea una etapa feliz.
Nuestro Colegio lo hacemos día a día entre todos quienes conformamos la comunidad escolar, por eso es tan importante que aportemos a una buena comunicación y nos relacionemos con el respeto y cariño que nos caracterizan.
Así concretamos los valores católicos que nos inspiran y brindamos a nuestros estudiantes un ambiente para crecer.