En un emotivo cierre de año, los colaboradores de la Comunidad San Nicolás se sumergieron en dos jornadas de capacitación, denominadas “El Último Aliento”, con el objetivo de cultivar un liderazgo basado en el compromiso y la alegría. Los días 21 y 28 de diciembre se convirtieron en espacios de diálogo y reflexión, donde tanto el equipo directivo como el equipo de docentes y administrativos, junto con el equipo de Gestora Educacional, se unieron intensa y alegremente para desarrollar un gran trabajo.

Durante las mañanas, se exploró la interconexión entre las inteligencias académica, socioemocional y espiritual, enmarcadas en la presentación del área “Comunidad y Sello”. Se reflexionó sobre las competencias necesarias para abrazar la diversidad que el tiempo nos presenta y enriquece. En este contexto, se destacaron valores fundamentales como el respeto, la responsabilidad y la solidaridad, que se consideran pilares esenciales para el desarrollo profesional de todos los participantes. Las tardes estuvieron marcadas por dinámicas diseñadas para fortalecer tanto el alma como el cuerpo, fomentando así un aprendizaje integral y enriquecedor. La innovación se convirtió en protagonista, brindando un enfoque novedoso y estimulante a la enseñanza.

La jornada, que tuvo como objetivo fortalecer la comprensión compartida del equipo sobre la enseñanza actual con un enfoque integral y de alegría, se erigió como un espacio donde la comunidad educativa se comprometió a crecer y aprender juntos. En un gesto de unidad y colaboración, se destacó la importancia de trabajar en equipo para construir un futuro educativo sólido y enriquecedor.

En resumen, estos dos días de capacitación fueron mucho más que simples jornadas de aprendizaje; se convirtieron en un testimonio vivo de la dedicación de la Comunidad San Nicolás hacia la innovación, la solidaridad y el compromiso, valores que resonarán en la sociedad a través del impacto positivo de sus protagonistas educativos.